pintor.

.

lunes, 15 de agosto de 2011

Pequeño párrafo de mi libro "Miró, el conejo de los ojos rojos"


Una noche antes de que el conejo "MIRÓ" dejara el bosque donde había crecido, platicó toda la noche con su mejor amigo el venado "MASH" y esto fue lo que le dijo: 
Como si fuese tan divertido pensar en lo quieres para tu vida, lo haces todas las noches antes de dormir;  como un juego de adivinanzas o tratar de armar un cubo de rubik. Tratas de leer tu cerebro y entender lo que lees en el, lo tomas con ambas manos e intentas armarlo y tratar de juntar los cuadritos de colores cada uno con su cada cual, la pasión, sinceridad, nobleza,  maldad, miedo y amor.
Mueves y mueves las piezas y piensas en una solución sencilla para tener tu cabeza en orden, pero es un enredo, un enredo mágico, casi divino; para juntar las piezas de un mismo color tienes que desarmar las piezas de otro color y es un juego que nunca acaba, hasta que tienes 80 años y mueres.
Pero no te das cuenta que es un imposible de lograr, lograr poner las piezas en su lugar y los colores donde deberían de estar. Lo mas fácil para mi y como veo las cosas (pues tengo aire en el cerebro) es poder mezclar esos colores y crear un mundo en donde estoy a gusto de estar, un lugar mas sencillo de vivir sin complicaciones.
Se que puedo mezclar la pasión con la maldad, nobleza con amor, el miedo con la sinceridad y armando un juego mas divertido e intenso de vivir con miles y miles de combinaciones que nunca acaban hasta que cumpla 80 años y muera.  
Después de esto se quedaron callados los dos mirando las estrellas y fumando hasta que se durmieron. 

A la mañana siguiente...